Hoy es Nochebuena y celebramos el nacimiento de Jesús.
“No he venido a ser servido, sino a servir” fueron sus palabras.
Son muchos los que siguen ese mensaje y llenan su vida con el servicio a los demás. Para llevarlo a cabo se necesita valor y mucha generosidad. No es fácil dar la vida por el bien de otros sin pedir nada a cambio.
Tenemos ejemplos de gente que lo hace con ilusión y optimismo y su recompensa es su imagen y su paz interior.
No pedir nada a cambio es difícil y por eso muchos que dicen seguir el mensaje de Jesús lo hacen a veces desde posturas y actitudes, impurificadas con el orgullo, la vanidad y en otros casos incluso buscando reconocimiento y mayor poder en otros cargos superiores dentro de sus instituciones.
La clase política es la más alejada de una actitud de servicio. Generalmente y por desgracia, los que acceden a cargos públicos, no lo hacen con el ánimo de “servir a”, sino “servirse de”. El bajo control por la ley de estos personajes facilita sus abusos y atropellos como resultado del “servirse de”.
No vamos a hacer una lista de estos casos, sería interminable y la Navidad no es el momento. Sí que tendríamos que decir que el “servirse de” es una cosa generalizada en nuestra sociedad y a todos los niveles “el que puede” y desde su puesto, obtiene beneficios a cambio de favores. Beneficios que van desde mantenerse en el puesto, aumentar su poder a incrementar su patrimonio.
Estos políticos tienen muchos colaboradores que encubren al que está arriba a cambio también de algún pellizco. ¿Cómo ha tardado tanto en conocerse las desviaciones de dinero hechas por Lluis Prenafeta y Maciá Alavedra?
Lo curioso de este tipo de conducta de “aprovechamientos de las posibilidades” no está del todo mal vista y resulta curioso que muchas de estas cosas que se hacen según el dictamen de “servirse de”, se hacen públicas entre el círculo de amigos.
Una prueba palpable de que robar desde un cargo público no está mal visto por mucha gente, es el hecho que una colecta popular se haya iniciado para pagar la fianza del ex-alcalde de Santa Coloma para que salga de prisión.
¿Pasa solamente en España? Quizá es general y por eso Silvio Berlusconi tiene infinidad de partidarios. ¿Cuál es su interés? Probablemente todos ellos sueñan con ser invitados a las fiestas con chicas en bikini y topless.
Desde estas líneas pedimos políticos con la vocación de “servir a”.