Cuando veo que la violencia en Afganistán, Irak y Pakistán genera de forma continuada centenares de muertos, me acuerdo de las palabras del Rey de España a Hugo Chávez ¿Por qué no te callas?
Frases como ésta o con el mismo significado se repiten a diario en la esfera política a escala mundial ¿por qué no os estáis quietos?
Siempre es el poderoso el que formula estas amenazas. Se las dice a al que quiere tener algo de poder, al que quiere que su opinión se tenga en cuenta, al que quiere recuperar la libertad, o librarse de fuerzas de ocupación militares o quitarse las cadenas de multinacionales extranjeras que le expolian sus recursos naturales.
Cuando Estados Unidos pide a Irán que no desarrolle armamento nuclear, le está diciendo ¿por qué no te estás quieto y aceptas que seamos unos pocos los que tengamos este tipo de armas?
Cuando China reprime las manifestaciones en favor de la libertad en El Tibet, le está diciendo a los tibetanos ¿por qué no os calláis? Aceptad que nosotros somos más fuertes. Aceptad que invadimos vuestras tierras y que nadie se va a atrever a devolveros la independencia.
Cuando Mohamed VI ha negado el pasaporte a Haidar, en realidad le estaba diciendo ¿por qué no te callas? No me revoluciones al personal en el Sahara. ¿No te das cuenta que estamos sacando provechosos beneficios de tu país?
Hay una lista interminable de manifestaciones de políticos, que desde el poder y la fuerza, dicen al más débil ¿por qué no te callas? ¿Por qué no te estás quieto? ¿Por qué no aceptas que yo soy el beneficiado?
El que hace estas manifestaciones se siente tan superior y está tan convencido de que el mundo debe seguir así, que las hace públicas sin el menor sentido de culpa. Fruto de este sentimiento de superioridad es el hecho de que muchas veces sus palabras son posteriores a abusos cometidos por esos mismos países que representan y ellos no sienten la mínima obligación de pedir perdón.
Estas manifestaciones van conformando un tipo de sociedad resignada que acepta estas amenazas a nivel personal. Vemos así que en Cataluña no ha habido una respuesta ciudadana para protestar por el robo de millones de euros por parte de políticos y hasta en algunos casos, la idea de que es bueno que haya beneficiados en una sociedad, ha llevado a colectas populares entre los ciudadanos para pagar las fianzas de estos ladrones confesos.
No hay tampoco una respuesta de los profesores ante conductas impropias por parte de alumnos y de padres de alumnos.
¿Qué se puede hacer frente a estas situaciones?
Pedir, exigir y reclamar, con un nuevo estilo. Peticiones que no vengan desde el poder sino desde la esperanza y que no pidan al otro que se esté quieto, sino que actúe de otra forma o en otra dirección.
Yo voy a formular una petición de esta segunda categoría. Mi petición va dirigida a los políticos del gobierno de España y a los de la oposición.
¿Por qué no os calláis?
No gastéis este nuevo año en discusiones y enfrentamientos personales. Poned límite de tiempo a las discusiones estériles en el Congreso. Ocupad vuestro tiempo en hacer algo que sirva para alcanzar una España de progreso con mejores ciudadanos. Si no sabéis hacerlo, marcharos.
¿Tiene usted algún POR QUÉ NO………para el mundo, dicho desde la esperanza?